jueves, 18 de noviembre de 2010

TRATADO DE AMOR

Estuve pensando (de vez en cuando es bueno) acerca las relaciones amorosas y he escuchado tantas, pero tantas cosas lindas acerca de eso que, harto de lo mismo, me decidí por escribir todo lo contrario. Aunque en otros posts me referí al tema, esta vez será más directo.

Dicen que no hay nada más lindo que callar a la persona que más quieres con un beso; que no hay mejor despertar que aquel con el timbre de tu celular anunciando su nombre con un mensajito estúpido como: “levántate (nótese a continuación el posesivo) mi dormilón, hoy será un día lindo”; que no hay mejor manera de vencer el orgullo que dejarla ganar algunas batallas aún sabiendo que no tiene la razón; que no hay mejor recompensa que su sonrisa… Todo eso es la parte bonita de una relación, pero ¿qué hay del clásico “confío en ti pero no en ella” o el “debemos hablar” o el preferido de varios: “yo creo que debemos darnos un tiempo”?

Por más ilusiones que uno se haga siempre pasan cosas que lo hacen a uno pensar, algunas superables, otras no. Entre las que yo percibo como las más desfavorables en una relación (de enamorados o de gente que quiere estar) van las siguientes:

TENGO CELOS
Dicen que existen en cada persona de este mundo, en diferentes proporciones obviamente. Existen personas que son más caletas que otras y hay otros bastante trastornados. Ojo: me tomé la libertad de clasificarlos, pero los papeles hombre-mujer pueden invertirse. Escenario: conversación de messenger

CELOSO PSIQUIATRICO:
Tú (20:26): Sí, llegué tarde a la u porque me encontré con “Emilia” una amiga, ¿Te acuerdas que te conté que no la veía hace tiempo?
Ella: (20:27): Pucha, una llamada aunque sea ¿no?
Tú (20:27): Oye pero no habíamos quedado ni nada.
Ella (20:28): Sí pues, pero tú sabías que yo iba a estar ahí, perdón, es que pensé que de repente me querías ver pero anda con tu amiga nomás
Tú (20:29): Pero por qué tanta cosa…
Ella (20:30): Sabes qué, me voy, cuando madures y definas tus prioridades hablamos…

CELOSO RESENTIDO (nótese la hora):
Tú (20:26): Sí, llegué tarde a la u porque me encontré con “Emilia” una amiga, ¿te acuerdas que te conté que no la veía hace tiempo?
Ella (20:27): Ah, sí, sí me dijiste
Tú (20:27): Sí pues, me dijo para ir a tomar algo o para reunirnos un día.
Ella (20:32): Ah, mira tú…
Tú (20:32): Seee, fácil que salimos el otro martes, ¿estás ocupada?
Ella (20:36): ¿Por?
Tú (20:37): Porque te demoras en responder…
Ella (20:42): Ah, oye me quito, bye! (ni el cuídate ni el “tkm”)

CELOSO CALETA
Tú (20:26): Sí, llegué tarde a la u porque me encontré con “Emilia” una amiga, ¿te acuerdas que te conté que no la veía hace tiempo?
Ella (20:27): Ah… sí, qué loco
Tú (20:27): Sí pues, me dijo para ir a tomar algo o para reunirnos un día.
Ella (20:28): Je, je, je… bieeeeeeeeeeen ahí…
Tú (20:29): No, nada, tú bien sabes que mi corazón late por otra persona
Me he dado cuenta que cuando uno está celoso busca mantener un cierto “control” sobre la otra persona, desde sacarle en cara descaradamente algo o simplemente molestándolo con la persona que inspira tus celos para que te reafirme lo que siente por ti. De cualquier modo, llega un momento en que eso va asfixiando a la otra persona hasta que todo se va a la m....

HAY QUE DARNOS UN TIEMPO:
Tengo la firme creencia de que eso de “darnos un tiempo” es la peor cochinada que puede existir en este mundo con respecto a una relación. O sea, ¿qué rayos es “darse un tiempo”?, ¿pasar unos días haciendo de cuenta que no estás con la persona que sí estás, porque esa persona necesita “pensar”?, ¡Si quiere pensar que se encierre en su cuarto y piense por tres días seguidos!

Yo no sé si alguien crea lo contrario pero en mi opinión, cuando una persona dice “quiero que nos demos un tiempo” en realidad está diciendo “quiero mandarte bien lejos pero no tengo el valor, finjamos estar separados un tiempo para darnos cuenta que estamos mejor solos” o “quiero terminar contigo, pero sin que me hagas mucho escándalo” o “me gusta otra persona y quiero sondear a ver si le gusto, pero si no te tengo a ti pues”.

ESTOY TRISTE, HAZME CASO
Casi siempre se trata de hacerse la víctima y hacer que la otra persona sienta cosas que en verdad no siente. A ver chicas, por ejemplo, ¿no han tenido un mejor amigo que las ha seguido hasta los mil infiernos y cuando ustedes se fijan en otro pata, él está ahí todo tonto poniendo nicks de canciones tristes cada vez que entras, y cuando tú le preguntas qué le pasa te habla de una chica “inexistente” (él sabe que tú sabes que eres esa chica) que le partió el corazón pero que él la sigue amando y lo hará por siempre porque el siempre estará ahí para ella porque aparte de gustarle ella es su amiga?

Obviamente te vas a sentir mal porque él es tu amigo y como buena amiga no quieres que nadie le haga daño, incluyéndote, pero lo que sientes es PENA. En algunos momentos puede parecer que te encariñes con él y confundas eso con cariño (o amor, como lo quieran llamar), pero en realidad solo le tienes pena y él lo sabe bien, solo que usa ese recurso para tenerte cerca. Tal vez lo hace inconscientemente o tal vez adrede (lo que lo hace ser más triste aún).

Me he dado cuenta que me extendí bastante con esto de “las patologías del amor a los 18” y me faltan muchos, pero muchos puntos más, así que he decidido que esta será la primera entrega de este tema. Sugieran algunas otras cosas negativas de las relaciones y las relaciones amorosas.

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