viernes, 22 de abril de 2011

THE VERVE - FORTH


Si alguna vez una banda pareció estar lista para un regreso triunfal, esa fue The Verve, la banda del “Space Rock” que implotó luego del éxito de su tercer album “Urban Hymns” (1997)
The Verve siempre actuó como si su grandeza fuera manifiesta y predestinada, y que solo era cuestión de tiempo para que el resto del mundo llegara a conocer a su majestad, por lo que cuando finalmente empezaron a conquistar el globo con “Bitter Sweet Symphony” su ascenso fue como una conclusión lógica , que sólo significó que la implosión repentina se sintió anticlimática.
“Sit And Wonder” tema con el que abren el nuevo album. The Verve en vivo en Glasto 2008
A diferencia de otras bandas, pareció necesario para The Verve reformarse para estar en condiciones de poder completar su historia y probar que su éxito nu fue una casualidad, pero también es real que era necesario para su cantante Richard Ashcroft ya que su carrera solista derivaba sin rumbo entre medio de apáticas guitarras acústicas.
El necesitaba una sacudida de energía de una banda de rock real, especialmente una motorizada por el guitarrista Nick McCabe, quien en realidad no estaba haciendo mucho, por lo que fue natural para el grupo superar las diferencias, las mismas que los habían llevado a la separación en los ´90s, luego del lanzamiento de “A Northern Soul” (1995), para reunirse en el 2008 para “Fourth”
Arrancando precisamente desde donde quedó “Urban Hymns”, “Forth” es majestuoso y radical, un album donde los rockeros son tan lentos y pausados como las baladas.
“Love Is Noise” tema del nuevo album en vivo en las Radio 1 Sessions
En el album no hay disonancias o sacudidas, sólo familiaridad y eso se transforma en sorpresa, como si entregaran exactamente lo que se espera de ellos, Forth revela que la historia de The Verve está mucho más completa ahora, con cada uno de sus discos funcionando como un acto completamente terminado en su progresión.
Comparado al la dramática introducción de “A Storm In Heaven”, la intensificación de “A Northern Soul” y la conclusión melancólica de “Urban Hymns”, Forh es un extraño epílogo, encontrando a nuestros personajes diez años más viejos pero no tan sabios.
Ciertamente, la única diferencia notable es que la composición no es tan filosa como lo fue en “Urban Hymns,” algo que no es una gran sorpresa luego de los tristes discos solistas de Aschcroft.
La música es espaciosa, linda pero no maravillosa, la narrativa no agrega mucho, machacada por un Ashcroft que ha perdido su locura y una banda que está encontrando su onda otra vez, sin moverse hacia adelante.
No se expande sobre el pasado ni sugiere el futuro, pero no le quita mérito de la historia establecida.
Es placentero, incluso reconforta, lo que hace a Forth una pura secuela. Es un disco que ofrece más de los mismos años muy tarde, lo que será suficiente para las legiones de fieles que han tenido que esperar que todos sus personajes regresen juntos otra vez.
Los diez temas del disco son:
1. Sit And Wonder
2. Love Is Noise
3. Rather Be
4. Judas
5. Numbness
6. I See Houses
7. Noise Epic
8. Valium Skies
9. Columbo
10. Appalachan Springs

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